miércoles, 8 de julio de 2015




Comandos positivos para tu mente
Por Ing. Luis Osteicoechea

La mente es el ordenador perfecto, ha sido la inspiración para que la ciencia y tecnología fusionen, y gracias a ello tenemos todo lo que vemos hoy, y  que nos facilita cómo vivir.
Al igual que una computadora, nuestro cerebro opera a través de comandos, que indican la acción a tomar frente a las situaciones que se presentan, algunos lo llaman el poder de la palabra; no importa cómo lo llames, la realidad es que el cerebro fue diseñado para obedecer.
A medida que crecemos, nuestro cerebro va mejorando su base de datos, y si nos damos cuenta y además limpiamos nuestra mente de archivos temporales (experiencias Negativas traumáticas), tendríamos una depuración tal, que solo nos quedaríamos con las herramientas o archivos necesarios para que nuestra vida funcione correctamente.
Pareciera algo místico, mágico o supersticioso, pero es la pura realidad la mente obedece, es de allí donde los médicos toman con seguridad la necesidad de recomendarle a sus pacientes que tengan pensamientos positivos, además que hay una explicación bioquímica a esto, basada en estudios científicos que dicen que las neuronas reciben sustancias ácidas segregadas por tener depresión, estrés, pensamientos pesimistas; esto es tan grave  que incluso el sistema inmunológico de la persona se bloquea, y no cumple sus funciones de defensa, poniendo en riesgo a nuestro organismo, haciéndolo vulnerable a cualquier enfermedad.




Ahora esto no es solo en lo físico, también en lo que respecta a las finanzas o negocios, el pesimista nunca alcanza vivir sus sueños, ya que solo le envía comandos negativos a la mente y esta sencillamente se desconecta de la situación y no trabaja en buscar una solución; por ejemplo su yo veo una publicidad del IPhone 6s y veo que es el teléfono perfecto para mí pero no tengo 1000 dólares para adquirirlo, y de paso no estoy siquiera cerca de poder tenerlos, a partir de allí está de mi parte vivir el sueño de lucir un producto de Apple, si yo respondo “NO puedo tenerlo”, la mente se desentiende de la situación por lo tanto no se ocupa de buscar en mi base de datos las herramientas que me permitan solucionar qué debo hacer para adquirirlo.

Ahora si mi respuesta es todo lo contrario, y en lugar de afirmar que no tengo dinero para comprarlo, me pregunto ¿Cómo hago para





comprarme un IPhone 6s?, inmediatamente el cerebro entiende que hay una solicitud de búsqueda, y comenzará a ver en los registros de tu mente y encontrará alternativas, ideas, y un sinfín de situaciones que te pondrán en ventaja para tener lo que quieras, así funciona ¡Increíble Verdad!, haz la prueba y te sorprenderás, alimenta tu mente de optimismo, de visión y de sueños, porque de ¡Sueños también se vive!

Yo un día decidí buscar soluciones a mis problemas financieros, y comencé anotando mis sueños a corto, mediano y largo plazo; luego me tracé metas para conseguir vivir mis sueños, y por ultimo comencé a poner en ejecución mi proyecto financiero que me permite hacer realidad mis sueños, y  siguiendo el consejo de quienes están donde yo quiero estar, y ha sido toda una experiencia formidable.


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Si alimentas tu mente de positivismo y optimismo, entendiendo que las cosas pasan por una razón y que de las malas experiencias debemos sacar un aprendizaje que nos fortalezca en nuestro camino, sin desenfocarnos de lo que queremos y podemos lograr, los expertos dicen que de cada fracaso obtendrás una herramienta que te ayudará a llegar más rápido a dónde quieres ir, ¿y sabes por qué?, porque ya tu mente recibió una orden de emprendimiento e inicio de búsqueda de sueños, por lo tanto su trabajo será encontrar ideas que te lleven a ellos. ¡Éxitos!!!

sábado, 4 de julio de 2015

¡Trabaja Para Ti y Tus Futuras Generaciones!




¿POR QUÉ TRABAJAR PARA OTRO, SI PUEDES HACERLO PARA TI MISMO? 
Por: Ing. Luis Osteicoechea, Julio 2015.

    Esta pregunta martilló mi cabeza por varios meses mientras trabajaba 12 horas diarias. Vinieron a mí muchas reflexiones, la que más me hizo temblar era el no tener tiempo para mis hijos, hubo una relación matemática que comenzó hacer clics en mi cabeza todos los días:

 El día tiene 24 horas

8 horas para dormir

8 horas para trabajar (yo trabajaba 12)

8 horas para vivir (de esas, tres empleadas en comer, y quien sabe cuántas cosas más, para realizar alguna diligencia personal u oficio casero)

    Si nos damos cuenta pasamos más de 2 tercios de nuestra vida durmiendo y trabajando; si llegásemos a vivir 90 años,  al menos 60 años serian invertidos en dormir y trabajar, por lo que solo viviríamos realmente 30 años máximo.

    Otra situación  dramática que me daba vueltas en la mente, era ver cómo mi esfuerzo no estaba siendo proporcional a mi ingreso; mi modelo productivo era improductivo.

    Yo trabaja en una de las empresas de venta de electrodomésticos más importante de mi país, y cuando comencé ganaba 2000 unidades de nuestra moneda, y ese era exactamente el precio de un refrigerador de 14 pies, que dicho sea de paso pude comprar en  mi primer mes de trabajo. Luego de esto hubo un fenómeno que encendió mis alarmas financieras, en razón de un año el mismo tipo de refrigerador ya costaba 7000 unidades monetarias, y mi sueldo no alcanzaba ese nivel monetario.




      Me di cuenta como los denominadores financieros, como inflación y otros más, empezaban a hacer mella de mi nivel de ingresos, fue allí donde surgió la gran pregunta ¿Por qué trabajar para otro si puedo hacerlo para mí mismo?, inspirada en la pregunta hecha por el afamado Robert Kiyosaki en su libro el cuadrante del flujo del dinero.

    Ciertamente nos han enseñado que hay que trabajar, y que la manera de cumplir nuestras metas y sueños es trabajando primero, pero hoy en día la palabra “TRABAJO” está muy replanteada, y ya les indico por qué:
Yo no tenía vida social, siempre que me invitaban a compartir con familiares y amigos, no tenía tiempo, porque “tengo que trabajar”; todos los que me rodean decían este debe estar haciendo mucho dinero porque se la pasa trabajando, y era todo lo contrario, no tenía dinero sino deudas.

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¡Qué incongruente!, me la pasaba trabajando para hacer más dinero y en lugar de este ser suficiente para mí me faltaba y adquiría deudas. Estoy seguro que debes estar identificado con esta historia, déjame decirte que tuve que comprender que el problema no era mi empleo, sino la manera como estaba haciendo dinero, entendí que ricos y pobres tenemos el mismo activo en común, eso es el Tiempo, y que la diferencia financiera está basada en que los ricos usan su tiempo para hacer negocios y construir algo suyo que le permita vivir sus sueños; en cambio el pobre usa su tiempo para trabajarle a otro y emplea su conocimiento y talento construyendo futuro para los demás a razón de un salario.

     Cambiar tiempo por dinero ha quedado en el pasado, eso perteneció a la era industrial, ahora vivimos la era de la información y el conocimiento, es la era donde la manera de hacer dinero es más dinámica y volátil, porque se basa en tener la habilidad de conectar a muchas personas a un producto o servicio. Te invito a que sigas visitándome ya que te mostraré como puedes salir de tu crisis financiera. (ver link)

    Si te ha gustado este artículo ¡cómpartelo!, porque el 95% de la población mundial trabaja para que otro haga su sueño realidad.